DESDE LAS ÚLTIMAS DÉCADAS DEL SIGLO XX, EL EMPLEADO PÚBLICO HA IDO INCORPORANDO SOLUCIONES TECNOLÓGICAS A SU PUESTO DE TRABAJO PARA RESOLVER SUS NECESIDADES
Primero a través de la ofimática básica, después con aplicaciones y recursos internos de la intranet, y finalmente contando también con Internet, herramientas colaborativas y otros servicios en línea disponibles desde cualquier lugar.
Hoy en día, casi en cualquier puesto de trabajo dentro de la Administración se hace necesario utilizar alguna aplicación, herramienta o dispositivo tecnológico. Resulta fundamental que seamos capaces de exprimir todo el potencial que aportan las tecnologías para mejorar la calidad de nuestro trabajo. A esto lo llamamos empoderamiento digital o tecnoempoderamiento.
El tecnoempoderamiento no solo consiste en adquirir las competencias necesarias en el uso de las herramientas tecnológicas que manejamos en la Administración (correo electrónico, ofimática, aplicaciones corporativas de gestión y administración electrónica, gestores de contenidos…), sino también en la capacidad para adaptarse a los cambios rápidos que caracterizan nuestra sociedad digital. En definitiva, consiste en que cada persona aproveche el potencial que ofrecen las tecnologías, de manera dinámica y enfocada a alcanzar las metas.
Las 5 áreas del marco digcomp
Para entender mejor el alcance del tecnoempoderamiento, lo mejor es referirnos al Marco Europeo de Competencias Digitales para la Ciudadanía (DIGCOMP), definido por la Comisión Europea, el cual recoge las competencias que debería tener una persona competente digital: en total 21 competencias digitales agrupadas en 5 áreas que iremos desgranando en los siguientes apartados.
TECNOEMPODERAMIENTO AL SERVICIO DEL RESTO DE ÁREAS COMPETENCIALES
Como hemos visto, el empoderamiento digital consiste en sacar el máximo partido de las tecnologías aplicadas en el trabajo y mejorar con ellas los servicios públicos.
Se puede decir que esta área competencial ocupa la base y facilita el desarrollo del resto de competencias de esta guía. Es decir, el resto de áreas competenciales han de ser interpretadas a la luz de lo que supone contar con la tecnología como aliada.
En este cuadro puedes ver un mapeo aproximado de la relación entre las competencias digitales DIGCOMP y el resto de áreas competenciales tratadas en esta guía, identificando con mayor intensidad aquellas competencias más relevantes en cada caso.
En rojo están señaladas aquellas competencias más relevantes, en naranja las áreas relacionadas en un nivel intermedio, y en amarillo, las competencias un poco menos relacionadas.
