La adopción de innovaciones tecnológicas de las últimas décadas ha cambiado el modelo de creación de valor del sector público. Esto no ha sucedido de repente, sino que es el resultado de un proceso de transformación a lo largo de diferentes fases:
1950 - 1980
1980 - 2010
2010 - Hoy
La década de 2010 ve consolidarse los proyectos de Administración electrónica, que van sustituyendo los procesos en papel por procesos electrónicos, al tiempo que se desarrollan servicios electrónicos como nuevo medio de ejercicio de los derechos de la ciudadanía.
Desde el 2010, la sociedad cambia y con ella la Administración: se multiplica el uso de las redes sociales y de los dispositivos conectados, hacen de nuestra sociedad actual una sociedad hiperconectada. En este proceso de transformación, la demanda de los servicios por parte de la ciudadanía también ha evolucionado. Ahora exige servicios más rápidos, personalizados, transparentes y a distancia.
El nuevo entorno transforma radicalmente el servicio público. Los sitios web públicos se hacen más completos y complejos, con la presencia de espacios de relación y tramitación. Si hasta 2010 el foco se centraba en garantizar la disponibilidad de los servicios electrónicos, la actualidad se centra en mejorar los servicios y hacerlos de forma más eficiente. Así, en un contexto marcado por la eficiencia y la reducción de costes, la evaluación de los servicios desde el punto de vista del usuario gana importancia.
Asimismo, se evidencia que los datos son un activo estratégico que hay que gestionar para el buen funcionamiento de todo el sistema digital y especialmente una mejor toma de decisiones en base a datos. Las innovaciones también se están multiplicando en este campo, gracias a los servicios en la nube (cloud), a la disponibilidad de gran cantidad de datos en tiempo real (captados por sensores), a la capacidad de procesar grandes volúmenes de información (Big Data,) o a la interoperabilidad de sistemas mediante interfaces (APIs).
Por otra parte, en búsqueda de mayor legitimidad y de un papel corresponsable de la ciudadanía, las instituciones públicas abrazan el modelo de Gobierno Abierto, más transparente, participativo y colaborativo, donde la tecnología abre un nuevo universo de oportunidades, de la mano de una ciudadanía que sabe relacionarse y consumir servicios en Internet.
En definitiva, la Administración debe hacer frente a diversos retos en su relación con la ciudadanía, como es la atención a través de diferentes canales (atención multicanal), incluidas las redes sociales de las que los ciudadanos hacen un uso masivo. La relación de la Administración pública con el ciudadano es cada vez más bidireccional y está marcada por una mayor transparencia, una mayor accesibilidad de la información y una mayor participación ciudadana a través de plataformas especializadas.
En la década de 2020 se están consolidando elementos que hasta hace unos años se consideraban aún como tendencias de futuro.
Nadie puede predecir cuál va a ser la evolución de las Administraciones Públicas frente a las innovaciones tecnológicas disruptivas, pero algunos autores no dudan en categorizar a esta evolución tecnológica como la Cuarta Revolución Industrial. Es buena idea ir familiarizándose con estos conceptos. Aquí te mostramos algunas nuevas tendencias que se van a incorporar poco a poco en las Administraciones.
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