La tecnología y, en particular, las herramientas de productividad personal y colaboración, permiten organizar mejor el trabajo. El objetivo es adquirir competencias en el uso de estas herramientas para ser más eficientes en el puesto de trabajo.
No obstante, también tenemos nuevos “enemigos” contra nuestra productividad: en la Administración los ladrones del tiempo están por todas partes, en un entorno en el que a veces se confunde lo urgente con lo importante. La multiplicación de los canales de comunicación, la saturación de información, y el fenómeno de “estar siempre conectado”, también puede ser una fuente de distracción en nuestras tareas diarias, que hay que aprender a gestionar.