¿Qué es la multa coercitiva?
Es otro medio de ejecución forzosa de los actos administrativos que persigue que los destinatarios del acto cumplan por sí mismos las obligaciones impuestas en aquél.
Se trata de multas reiteradas por lapsos de tiempo que sean suficientes para cumplir con las obligaciones impuestas en el plazo y términos previstos. Se trata, pues, de una coerción sobre el patrimonio económico del ejecutado que verá mermado éste en una cuantía creciente hasta que cumpla con lo obligado por el acto.
Para que la Administración pública pueda llevar a cabo la ejecución del acto a través de este medio, resulta preceptiva la autorización de su procedencia, forma y cuantía mediante Ley. Así lo expresa este precepto en el inicio de su primer apartado cuando señala: “Cuando así lo autoricen las Leyes, y en la forma y cuantía que estas determinen, las Administraciones Públicas pueden, para determinados actos, poner multas coercitivas…”.
Como vemos, este medio de ejecución forzosa no puede utilizarse para todo tipo de actos administrativos, sino sólo para los que señala la propia Ley.
La multa coercitiva procederá en los supuestos siguientes:
Debe ponerse de relieve, como explicita el apartado 2 de este artículo 103, que la multa coercitiva es en todo caso compatible con el cumplimiento de las sanciones (pecuniarias o no) que pueda imponerse como consecuencia del incumplimiento de la obligación que la Administración pretende que el obligado cumpla.